Gracias Albert

Era un 25 de marzo, la noche anterior fue la más larga de nuestra vida, los médicos nos dijeron que Isidre tenía una lesión muy grave y no podría volver a andar…
Recuerdo que llamé a un amigo para pedirle el contacto de Albert Llovera, necesitaba hablar con alguien que me supiera explicar lo que significaba una lesión medular.
Tuvimos una breve conversación telefónica y al dia siguiente se plantó en el hospital. Había mucha gente, mi hermana no se separó de mi lado, pero aún así, yo me encontraba más sola que nunca. Cuando apareció Albert, pensé que, como todo el mundo, quería pasar a ver a Isidre, cuando fui a abrirle la puerta que llevaba a la UCI, me paró: “Ahora Isidre no me necesita, la que me necesita eres tu, vámonos de aquí que me da mal rollo y hablamos…” Sigue leyendo

Dakar. La etapa maratón (1ª parte)

Los pilotos ya se han ido, con un poco más de peso en los bolsillos; parten aun de noche hacia la especial. En el campamento hoy no hay prisas, nadie corre, los mecánicos están relajados, el manager no nos da indicaciones y yo no debo cargar el material para los masajes, hoy es la etapa más dura para los pilotos. Esta noche cuando finalicen la especial, nadie de nosotros les estará esperando, ningún mecánico les arreglará sus motos, ni el fisio les ayudará en su recuperación. Hoy es el día más relajado para las asistencias, la etapa maratón. Sigue leyendo

El sueño del Dakar

Yo fui una de esas aficionadas que cada Navidad seguía el Dakar por la televisión y me quedaba prendada de aquella aventura, veía a los pilotos, sobre todo a los de motos (que era donde los nuestros destacaban más), como los grandes héroes de nuestro tiempo, con esas motos enormes, los monos a modo de armadura, el casco pintado con los colores brillantes de sus patrocinadores, que aun les daba más magia y misterio, cruzando dunas, sabanas, conviviendo con los africanos, con sus paisajes, con su magia… con todo aquello que el resto de los mortales nos teníamos que conformar viendo por la tele. Sigue leyendo